Carta a mi madre,un año después de su partida.
Pronto se cumplirá un año de tu partida.¿Dónde estás?.¿Acaso en el maravilloso arcoiris?.
Recuerdo tantas cosas:el comer pan duro de aquella desteñida panera,el huevo frito sin aceite,(que artilugios usaste),el andar incansable y tu mirada vaga,perdida en el infinito.
¿Qué pensabas?.¿Cuáles eran tus más recónditos secretos?;el descanso apurado de un ser que vivía contra el tiempo,la carcajada que jamás volvimos a escuchar,la sonrisa que nunca más volviste a esbozar...el andar presuroso que nunca más se caminó.
Pronto hará un año que te fuiste.Un año.
Me preparé para esto.Pero,de todos modos,no pude soportar tu partida.
Pensé tantas veces en tu martirio,pero no hice nada para hacer que te sintieras mejor.
Y ahora,ya no estas.En las nubes debes estar saltando,caminado sin apuros,tarareando una vieja y dulce canción...
¿Recuerdas el segundo día de escuela?¡Cuanto llanto!Tuyo y mío.
Yo recuerdo el brazero,el desgranar maíz,el jugar con las corontas de choclo,el columpio,mis botas y aquel larguísimo vestido;pero no puedo recordar tu alegría,¿acaso no la tenías?.
Tal vez tu faz tenía esculpido el sino trágico y maldito que marchitó tu vida.
No supimos comprenderte.No supimos quererte.No supimos...no supe.
Y ahora,estando ahí,no puedo alcanzarte,ni tocarte ni menos hablarte...y no sabes cuanto deseo hablar contigo.
El humano es un ser incomprensible:anhela lo que no tiene y cuando lo tiene en sus manos o cerca de sí no sabe aprovecharlo o lo hace de manera vil.
No sabes cuanto deseo verte.
Pero,me da temor.¿Y si estás enojada o si no quieres verme o peor aún,no está orgullosa de mí?.
No,no tengo miedo;pero si incertidumbre.No se si ante lo desconocido o ante el vacío.
Te extraño.Te extraño mucho.
Pero como el mal del ser humano es decir y hacer las cosas cuando ya no tienes al ser querido a tu lado,todo esto es una tontería...no puedes verme ni oírme.¿De qué me sirve todo esto si ya no está conmigo?.
Le hablo al espejo buscando tu presencia ,he invoco que él se lleve todo mi odio,todo mi rencor y me deje solo la capacidad de dar amor.
Aquel amor que tú entregaste y que jamás te fue devuelto.Aquel amor que derramaste por tus hijos,tus nietos y que jamás te fue remunerado.Aquel amor que diste a tu esposo y que jamás te fue correspondido de la misma forma.
¡Cuanto te extraño!
Y cuanto siento estar escribiéndolo,que estar diciéndolo...