DESDE LA NIÑEZ...

Sintiò como el pesado susurro le respiraba cerca de su oreja y repetìa incesantemente:" reápse a tenera". Querìa voltearse,ver quièn le hablaba,pero el miedo pudo màs. Siguiò sentada frente al computador,tratando de concentrarse en su trabajo,pero comenzaron a acariciar su pelo,suavemente. Alba,sintiò como el frìo la invadìa;un haz de hielo exhalaba por su boca cada vez que tocaban su cabello y le hablaban en su oìdo. -Reàpse a tenera... Las demàs palabras le eran ininteligibles:pero sabìa que era Èl. Sintiò un ruido en la cocina y venciendo su miedo,se levantò.La luz estaba encendida y los cajones de los muebles abiertos.Respirò.Apagò la luz y se dirigiò nuevamente a su trabajo. Notò el cambio de temperatura y se estremeciò.Se sentò frente al computador y trabajò.Avanzaba rapidamente,pero no podìa dejar de estar molesta.No le gustaba que le tocara el cabello y Èl se lo acariciaba cada vez con màs fuerza.Querìa gritarle que la dejara tranquila pero se remontò a los 13 años,cuando lo viò y sintiò su enorme peso corporal sobre ella,poseyèndola hasta que quedò desvanecida de tanto gemidos de placer. Aquel recuerdo la exitò.Y se asustò al sentir como se quejaba... Se levantò a buscar su tabla y tratò de preguntarle que querìa.Pero,la ouija no se movìa;cuando despuès de muchos intentos quitò su dedo de la tabla,èsta saliò volando rompiendo un enorme espejo que Alba cubrìa con un lienzo oscuro,para segùn ella,no dejar un portal abierto al usar la ouija. Su corazòn latìa desmesuradamente y su respiraciòn entrecortada,interrumpida por el susurro perpetuo la asustaron al màximo. Tratò de moverse pero Èl,la tenìa asida del cabello y aunque gritaba para pedir ayuda,de su boca contorneada sòlo salian quejidos estrepitosos de màximo dolor hasta casi perder el conocimiento. Cerrò los ojos y comenzò a recitar una antigua oraciòn que le habìa enseñado una anciana.Sintiò un dolor tan agudo en su vientre que cayò al suelo. A punto de desmayar,mirò sus manos ensangrentadas y volviò la mirada con rabia hacia Èl.Pensò en su hijo nonato y cobrò fuerzas para correr a la cocina;tomò un cuchillo y entre gritos que no escuchò,le apuñalò hasta perder el sentido... Cuando despertò,estaba en una camilla con una enfermera que le sonreìa y le hablaba,pero Alba no escuchaba:hacìa años que Èl la habìa dejado sorda producto de los golpes. Màs todo habìa terminado:su esposo yacìa en una mesa de la morgue con tantas puñaladas que eran difìciles de enumerar,al lado de su hijo que jamàs naciò y que girò la cabeza,lo mirò y abriò la boca para exhalar un grito aterrador que invadiò todo el hospital. Luego,todo quedò en silencio...